Saber parar a tiempo

No dejamos de sorprendernos de lo irregular que puede ser el proceso del fotopolímero según las condiciones y las características de cada caso. A la hora de realizar un fotopolímero influyen varios factores que no serán nuevos para nadie: el fotolito o negativo, el tiempo de exposición, el tipo de luz, la temperatura del agua para revelar y en nuestro caso, ya que no utilizamos máquina de revelado, sino que lo hacemos a mano, el utensilio que utilizamos para revelar (hasta hoy una brocha grande y a partir de ahora un cepillo de dureza media, parecido a los de limpiar zapatos). Aún así, cuando piensas que conoces un proceso y crees conocer cómo se realiza cada paso, aún es posible descubrir que algunas cosas son mejorables.

Después de preparar el polímero para las tarjetas de Industrias Lentas, parecía que todo estaba bien, hasta que nos pusimos a imprimir y notamos cómo los contornos no estaban suficientemente definidos. La línea aparecía rota e imperfecta, por lo que nos decidimos a repetir el polímero. Aquí fué cuando descubrimos algo que sospechábamos desde hace tiempo: que también influye en gran medida la velocidad y la fuerza que se aplica sobre el polímero a la hora de revelarlo. Habíamos utilizado el mismo fotolito y el mismo tiempo de exposición, sin embargo, el resultado de la impresión varía bastante: el primero estaba revelado en exceso y en el segundo supimos parar a tiempo.